Habéis decidido dar el gran paso y ahora es el momento de remangarse y ponerse manos a la obra. Queréis comenzar a preparar lo que será el acontecimiento del año, pero hay tantos aspectos que requieren de atención, que no sabéis muy bien por dónde comenzar. Y, además, siendo ya una tarea suficientemente ardua, ahora también le hay que sumar otras preocupaciones como son las medidas de seguridad y protección ante el coronavirus. En esta entrada, te damos algunos consejos para ser un perfecto wedding planner.

Aunque suene obvio, marcaos un presupuesto con el que comenzar a trabajar y llevad un registro de los gastos. Es una buena idea decidir cuánto queréis destinar a cada uno de los estadios de la planificación de la boda, aunque después varíe. A partir de aquí, podemos comenzar a trabajar:

  • El reloj no se detiene. Hacer cada tarea con el suficiente tiempo es fundamental para que no cunda el pánico y que, si surgen imprevistos, poder rectificar y solventarlos con el margen suficiente.
  • Reservas, papeleo y proveedores. En relación al punto anterior, uno de los primeros pasos a dar, es decidir el lugar de la ceremonia y el banquete, de modo que os aseguréis de que no os quedaréis sin vuestro lugar soñado. Además, solicitar todos los formularios y papeles necesarios para formalizar un matrimonio requieren varios meses de antelación.
  • Invitaciones. Aunque es necesario tener un número estimado de invitados para gestionar y seleccionar locales con suficiente aforo, la lista definitiva se irá afinando a lo largo del proceso. Si creéis que las primeras impresiones importan, las invitaciones son la primera toma de contacto de vuestros invitados con el evento, por lo que deben sorprender. Asimismo, no solo decidiréis cómo será, sino también como la haréis llegar a su destinatario: vía correo, email, en mano…
  • Vestimenta. Ya sabemos lo importante que son el vestido, el traje, las alianzas, el ramo. Aseguraos de escoger lo que mejor se adapte a vosotros y vuestras circunstancias.
  • Planificar para desatenderse. Podéis hacer un horario estimado de lo que queréis que suceda en cada momento. Sin embargo, para que todo salga a pedir de boca y no tengáis que estar pendientes de nada en vuestro día, os recomendamos que deleguéis funciones en un coordinador designado por vosotros mismos.
  • Decoración y temática. Cada pareja y cada relación es un mundo diferente, lo que también se refleja en una boda. La personalidad y el gusto influyen a la hora de escoger: celebrar por todo lo alto o festejar en la intimidad, tirar la casa por la ventana o algo más minimalista, un menú muy elegante o un catering propio, un plan juvenil o pensado para estar con la familia… Incluso podríais tener una boda temática, lo que sería un punto a favor porque se podría utilizar como hilo conductor para vuestros trajes, la decoración, los arreglos florales, la música, los posibles espacios temáticos... ¡Hay infinidad de posibilidades! 
  • Otros detalles que marcan la diferencia. ¿Contrataremos un fotógrafo profesional para documentar el evento? ¿Deberíamos contratar a un wedding planner? ¿Qué detalles le daremos a los invitados que no sean los típicos de todas las bodas? ¿Qué hay sobre la tarta? Son aspectos igualmente importantes y que no tienen una única respuesta correcta.

Sabemos que organizar eventos de la talla e importancia de una boda no es moco de pavo, por lo que nuestra labor es encargarnos de los pequeños detalles y de hacer realidad todos vuestros deseos. Ofrecemos soluciones creativas y gráficas para que sea un evento y experiencia únicos: decoraciones a medida, cartelería y diseño gráfico, rincones temáticos, mesas dulces y otras ideas de lo más atrevidas. Si queréis ser originales y destacar, ¡no dudéis en consultarnos!

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